No siempre se tiene derecho a indemnización. Por ejemplo, el despido disciplinario procedente no conlleva derecho a indemnización, puesto que se presume que ha cometido una conducta muy grave.
Por otra parte, si es un despido objetivo la indemnización será de 20 días de salario por año trabajado. Además, dicha cantidad deberá ser abonada en el momento de entrega de la carta de despido, puesto que de contrario podrá ser considerado improcedente y la indemnización subirá de 20 a 33 días de salario por año trabajado.