Para empezar, será necesario acreditar que el trabajador presta unos servicios de manera voluntaria para otro a cambio de una remuneración. Por tanto, es primordial recabar todas las pruebas posibles (fotografías, conversaciones de WhatsApp, testigos, grabaciones, etc.), lo cual será más sencillo hacer cuando aún trabajamos.

En el caso de que aún estemos trabajando, podemos presentar denuncia de nuestra situación ante la Inspección de Trabajo para que se personen en el centro de trabajo y comprueben estos hechos. Sin embargo y lamentablemente, lo más normal es que este tipo de trabajadores denuncie cuando ya han sido despedidos, lo cual dificulta la tarea de probar la relación laboral. En este caso y si tenemos pruebas suficientes, podremos interponer demanda ante el Juzgado de lo Social en el plazo de 20 días reclamando todo lo que debe el empresario.